sábado, 6 de septiembre de 2008

Sionismo: Génesis del Conflicto armado en Palestina

El conflicto palestino-israelí se remonta a fines del siglo XIX cuando Theodore Herlz funda en Europa el movimiento sionista (definido como una forma de racismo en la resolución 3.379 de la o­nU del 10 de nov. 1975), basado en dos premisas, legalmente inaceptables:




-Que el pueblo judío es el pueblo elegido.




-Que la denominada “Tierra Prometida” les pertenece por mandato divino.




Tras el primer Congreso Mundial Judío, celebrado en Basilea en 1897, los sionistas establecen su objetivo: “Crear un hogar nacional judío, en Palestina, auspiciado por el derecho público internacional”.




Y para ello acuñan la famosa y falsa frase de: “Una tierra sin pueblo, para un pueblo sin tierra”.El sionismo, desde sus inicios, se caracteriza por ser un movimiento colonialista estrechamente ligado a los intereses imperialistas y capitalistas de Europa en Oriente Medio.




El sionismo desarrollaría, primero en el exterior y luego también en Palestina, una cada vez más compleja y poderosa red de instituciones organizativas, financieras, comerciales, agrícolas, destinadas a promover la emigración, la colonización del territorio y, en ultima instancia, la constitución del Estado de Israel, como fueron la Jewish Company y Society Of Jews, entre otras.




También crearon grupos militares y paramilitares (grupos terroristas como Irgún, Stern –que asesinaron al intermediario de la o­nU, el conde de Bernardote- o a la brutal Haganah, en donde militaron personajes tan conocidos como Shamir, Rabín o Beguín).Por aquel entonces, finales del siglo XIX y principios del XX, en el territorio de Palestina, bajo control del Imperio Otomano, vivían unas 550.000 personas. El 82% de la población eran árabes musulmanes, un 12% eran árabes cristianos. Los judíos no llegaban al 5% y el resto eran recién emigrados de diferentes países. Palestina vivía básicamente de la agricultura y del sector servicios.




El 70% de la población vivía en zonas rurales y el 30% se concentraba en pequeñas pero dinámicas ciudades marítimas o del interior. Todas las comunidades convivían pacíficamente desde siglos. Pero el 2 de noviembre del 1917 Gran Bretaña, tras varios acuerdos económicos, en carta de su Ministro de Relaciones Exteriores, Arthur James Balfour al representante del sionismo el barón Rothschild se comprometió a la “[...] creación de un hogar nacional judío en Palestina...”En 1919, tras la Primera Guerra Mundial y el hundimiento del Imperio Otomano, la Sociedad de las Naciones –precursora de la o­nU- establece el sistema colonialista de los Mandatos, y en 1920 se le asigna a Gran Bretaña uno sobre Palestina. Así, entre 1922 y 1948 Palestina fue gobernada por Gran Bretaña que toleró y estimuló la inmigración ilegal judía.




Durante el dominio británico, los palestinos respondieron al terror colonialista y sionista con revuelta de masas y creció el nacionalismo árabe y se incrementaron los choques entre los palestinos y los invasores. Durante la rebelión Palestina de 1936 y 1939 fueron ahorcados por los británicos y los sionistas más de 55.000 palestinos.




Entre 1938 y 1939 los grupos sionistas se radicalizan frente a las restricciones que Gran Bretaña impuso a la inmigración judía y comenzaron a realizar atentados terroristas, también contra intereses británicos, llegando a volar el hotel King David en Jerusalén, donde asesinaron a 92 personas. Gran Bretaña, viéndose desbordada, lleva la cuestión Palestina a la recién creada o­nU, donde el 29 de noviembre de 1947 mediante la Resolución 181 de su Asamblea General aprueba la partición de Palestina en dos territorios, uno judío y otro árabe, concediendo a los judíos sionistas el 53% del territorio con continuidad geográfica y a los palestinos el 46% sin continuidad territorial, dejando Jerusalén bajo control internacional.




Los grupos terroristas sionistas, ya en 1947, provocan el éxodo de 300.000 palestinos y palestinas de sus tierras, asesinando a gran cantidad de personas y destrozando aldeas y pueblos enteros.El 14 de mayo de 1948, de modo unilateral, los sionistas proclamaron la fundación del Estado de Israel.Los países árabes no podían tolerar semejante robo y desencadena la primera guerra árabe-israelí, durante la cual, la sangrienta Haganah sionista se apoderó de casi todos los territorios y ciudades palestinas por la fuerza de las armas, asesinando, destruyendo, robando y expulsando a la población.




El 6 de enero de 1949, se declara el fin de la guerra. En ese momento, los sionistas habían destruido, de un total de 550 pueblos, casi 417, aldeas..., apoderándose del 78% del territorio palestino y convirtiendo al 80% de la población en refugiada.Los sionistas pasaron de tener en 1947 el 6% de la propiedad de las tierras, a hacerse con el 95% en 1951. Grandes guerras se desataron entre el creciente poderío militar de Israel y el enorme, pero subdesarrollado y dividido Mundo Árabe (cuando Israel ocupa militarmente el resto de Palestina en 1973). En cada guerra, Israel se apoderó de nuevos territorios hasta engullirse totalmente lo que había sido la Palestina histórica.




En tales circunstancias el mundo presenció atónito un nuevo genocidio: el pueblo palestino fue objeto de una enorme e interminable diáspora y la maquinaria de persecución y muerte era integrada, de modo increíble y trágico, por los sionistas judíos que en el ayer habían sido las victimas. La lucha del pueblo palestino por la liberación se ha visto dificultada también por la política de los regímenes árabes, cuyo apoyo solo retórico –apenas una concesión a sus propias poblaciones reprimidas- no podía esconder hasta que punto la resistencia palestina constituía un obstáculo para sus clases dirigentes, títeres de los intereses primero europeos y después estadounidenses en la región.




Los acontecimientos del llamado Septiembre Negro en 1970, fecha en la que miles de palestinos refugiados en Jordania mueren a manos del ejército del rey Husein, es sólo la expresión más sangrienta de esa combinación de odio y paternalismo con las que las dictaduras árabes tratan a Palestina y que conducirá al abandono o incluso al enfrentamiento (por ejemplo de Siria durante la Guerra del Líbano en la década de los años 70). La situación de los palestinos en los campos de refugiados del propio Líbano, en Siria o en Jordania da una buena medida da hasta qué punto los palestinos no pueden contar con el apoyo de ningún gobierno del mundo, ni siquiera de los llamados “países hermanos”.




Por los demás, la muerte de Nasser en 1970 y la posterior firma por parte de Anwar As-Sadat de los acuerdos de Camp David en 1977, bajo los auspicios del presidente estadounidense James Carter, pusieron a Egipto, el amigo interesado y correoso de los palestinos, fuera de juego.Reconocida en 1974 por la o­nU como legítima representante del pueblo palestino, la OLP sufrirá uno de sus reveses más duros tras la invasión de Líbano por parte de Israel en 1982.




Allí la lucha encarnizada frente a un enemigo cuya superioridad militar era incontestable estuvo a punto de acabar con Arafat y sus hombres, los cuales acabaron saliendo de Beirut, tras un acuerdo promovido por los EE.UU., en dirección a Túnez. Durante la invasión del Líbano, dirigida por Ariel Sharon, se produjo uno de los acontecimientos más luctuosos y siniestros de la historia del pueblo palestino, cuando las milicias falangistas libanesas de Elia Hobeika entraron en los campos de refugiados de Sabra y Chatila de Beirut, autorizados y supervisados por el general Sharon, y mataron, durante dos días y dos noches, a unos 3.000 refugiados palestinos.Refugiada en Túnez, donde es bombardeada por la aviación israelí en 1985, la dirección de la OLP está tratando de rehacer sus filas y de llamar la atención de la opinión internacional sobre la Primera Intifada, un movimiento de resistencia relativamente independiente del liderazgo exterior, que durante tres años enfrentó a niños y adolescentes armados sólo con piedras con el potentísimo Ejército israelí.




Los más de mil muertos del lado palestino (frente a una cincuentena del lado israelí) dan buena prueba de la desproporción de la lucha, pero hacen mucho daño a Israel ante una opinión pública internacional que, por primera vez desde 1948, comienza a hacerse preguntas sobre la naturaleza del conflicto y percibir al menos una parte del sufrimiento palestino. Tanto daño hacen estas piedras y estos niños a Israel que, como estrategia para debilitar a la OLP, su gobierno permitirá, apoyará, e incluso, ayudará a armar a parte de la resistencia de carácter islamista de la que nace HAMAS.




Tras la Guerra del Golfo contra Irak de 1991 y ante el temor de un alzamiento de masas en el mundo árabe, primero Bush padre y luego Clinton van a tratar de imponer, a través de diferentes acuerdos y conferencias, una falsa solución que, sin concesiones decisivas, desactive al malestar árabe en la región.Y actualmente, diversos acuerdo fallidos de paz, han hecho que HAMAS, se hiciese con el poder en unas elecciones legislativas en enero de 2006 de forma democrática controladas por la o­nU. Todo este descalabro de su principal enemigo Al-Fatah (el partido de Arafat) fue provocado por la inmensa corrupción y despropósito de sus líderes. Desde que HAMAS llegó al gobierno ningún militante de la resistencia palestina se ha inmolado en territorio israelí. Hoy en día existen divisiones dentro de los territorios palestinos entre HAMAS y Al-Fatah incitada por el gobierno israelí de turno.



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domingo, 31 de agosto de 2008

Nazis en Bolivia




Más demonios sueltos en BoliviaReaparecen los nazis
Por Luis A. GómezEspecial para The Narco News Bulletin2 de noviembre de 2005




La Paz. No estaban muertos, queridos lectores, simplemente se escondían en su estercolero. Los nazis (la Unión Radical Nacional Socialismo Bolivia, UNRSB) han aprovechado estos días de incertidumbre para volver al escenario público. Y este corresponsal no puede creer que se trate de una casualidad. Porque mientras la clase política (los partidos de todos colores y los poderes del Estado) se dedica a negociar en lo oscuro, mientras el gas escasea en los hogares de la ciudad de El Alto (hace casi un mes que no hay abastecimiento suficiente), mientras la oligarquía de Santa Cruz hace sus últimos esfuerzos por mantener su sistema de vida, aparecen los hombres (y tal vez las mujeres) que nos muestran el perfil más decadente y repugnante de nuestra historia reciente: los fascistas, los racistas, los mentirosos, los genocidas…



Es sabido que en Sudamérica, durante las sangrientas dictaduras en varios países, los militares de antes tenían simpatías, fuertes y a veces escondidas, por Adolf Hitler y sus ideas. En Bolivia, donde el racismo es pan de todos los días (en La Paz, en Santa Cruz, en Cochabamba y en otras ciudades), este corresponsal ha visto más de un skinhead racista… y de hecho, el famoso criminal de guerra nazi Klaus Barbie fue encontrado en Bolivia, donde por años vivió y “trabajó” organizando los servicios secretos del Estado.




Ahora, tampoco sorprende… durante generaciones los blancos en este país han vivido a costa del trabajo de los pueblos indígenas y otros grupos étnicos, explotándolos, y considerando a muchos seres humanos como animales de carga. Son menos del 20 por ciento de la población (cuando mucho), pero siguen insistiendo en su “derecho” a gobernar, a mandar sin obedecer, a disponer de las riquezas comunes de los bolivianos.



De todos modos, no podemos dejar pasar la oportunidad de mostrar el engendro que se ha gestado, como siempre en estos casos, en las entrañas de la “democracia blanca”.
La “era” de la URNSB


Estos asesinos en potencia no aparecieron hoy. Hace alrededor de tres meses, la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia hizo una denuncia pública sobre la aparición del sitio web de la URNSB, demandando una investigación. Fuentes militares en ese momento confirmaron a Narco News que efectivamente la página estaba bajo investigación por parte de las fuerzas armadas. Sin embargo, como son bastante cobardes, los nazis bolivianos desaparecieron de la red. Durante varias semanas lo único que podía admirarse en la dirección de la organización era una página con su “Comunicado 01/05”, en el que entre otras cosas acusaban a Indymedia Bolivia de promover “el odio entre bolivianos”… de fondo, se podía observar una manifestación nazi en Alemania (en el auge de Hitler) adornada con la frase “Ein Reich, Ein Führer” (Un imperio, un jefe).


Hoy, cuando más ayer por la noche, volvieron al ruedo. Sí, queridos lectores, los hemos estado esperando. Y ahora que están acá, en medio de tanta convulsión, han reaparecido con un manifiesto, porque a estos salvajes les preocupa la situación actual, en el que afirman: “Bolivia país azotado por una alarmante crisis social y política, ve como el destino de sus hijos cae perdido por la incapacidad de sus gobernantes de ver la realidad de la Nación” (sic).


En verdad parecen preocupados por lo que pasa en este país poblado por alrededor de un 80 por ciento de indígenas no blancos, y se quejan de los políticos liberales que “destruyen y rifan” la nación a “las corporaciones extranjeras”, así como enduedan a este país con los organismos financieros. Se quejan de la derecha y de la izquierda “irracional” que utiliza “a la gente obrera, campesina e indígena, para llevar a la Nación aun caos imposible de frenar… No aceptamos el sindicalismo Marxista que convierte al obrero en artefacto de lucha y lo desliga de su verdadero fin dentro de la Nación”.


Más allá de su evidente estupidez, olvidando que sus privilegios, como blancos y como ricos, provienen justamente de esa política liberal que execran, los nazis bolivianos no explican, por cierto, cuál sería “el verdadero fin dentro de la Nación” del obrero…


Y bueno, hacen sus propuestas, sus brutales propuestas para salir de esta crisis. Bajo el “ideal” nacional socialista “y el respeto a las leyes naturales implícitas en el hombre”, este grupito de bolivianos blancos propone: Buscar forjar una Nación digna, que implante los valores éticos, morales y sobretodo de respeto a la Nación.


Buscar el respeto por medio de la conservación racial y cultural, por medio de la, auto determinación administrativa de las razas existentes en la Nación.Buscar un estado que rija verdaderamente los destinos de la Nación y que vele por el interés común de los Bolivianos.Rechazar toda postura de dividir al pueblo en clases sociales, y consideramos que el sistema económico debe velar por mejores condiciones de vida para los ciudadanos en su conjunto.Convertir a Bolivia en un país industrializado y auto sustentable y que su pilar económico sea la agricultura.Wow, son impresionantes… cualquier despistado podría interesarse por sus tonterías. Porque, queridos lectores, hasta el más humilde indígena en Bolivia quiere una nación digna con valores y respeto. Ahora, si la “conservación racial y cultural” significa “autodeterminación administrativa” de los pueblos que mal conviven en el país (aunque sí suena un poco raro el término “raza”, muchos indígenas lo utilizan también)… en fin, que no estaría mal.


Pero no, no es así. Basta mirar y buscar con calma un poco en el sitio de la URNSB para saber qué clase de idea de raza tienen los nazis. Entre los documentos que ofrecen estos blancos bolivianos, aparece uno con los diez mandamientos del nacional socialismo. El sexto expresa:
VI. AMA A TU HERMANO RACIAL: Permite que tu más intensa emoción sea la del amor a tu familia racial; a la cual entregas tu vida. No temas a los subhumanos –el enemigo racial-, y no los persigas. Eres su superior; pero no su dueño. Si has de combatir a los subhumanos jamás pierdas los estribos, llevado por el odio. Destruye, sin embargo, a tus enemigos – los de tu raza-, implacable y totalmente. Lucha en este reino de la violencia desaforada, y expande tu palabra de verdad acerca de los subhumanos y la amenaza que suponen para tu familia blanca.
Queda nomás claro que todo el que no sea blanco y boliviano es para ellos “subhumano”, inferior, y puede ser destruido si se convierte en enemigo, porque es una amenaza para la “familia blanca”. No creo que haya más que explicar al respecto…


En este punto vale hablar algo de jurisprudencia, queridos lectores. La URNSB, al manifestarse en Internet, afirma que el nacional socialismo es “legal en Bolivia y varios países de Europa”, y apela a sus derechos consagrados en la Constitución Política del Estado, concretamente en los artículos que garantizan las libertades individuales. Hasta ahí, pueden tener alguna razón, porque el nazismo no está prohibido específicamente en la legislación boliviana.


Pero con “ideas” como las expresadas en sus mandamientos y otros documentos, de acuerdo al doctor Rogelio Mayta (no blanco, abogado y boliviano que coordina los esfuerzos por enjuiciar a Sánchez de Lozada), lo que “están haciendo es apología del delito. Invitando a la gente a cometer crímenes… están haciendo una apología del delito de genocidio”… claro, como hicieron antes, como querrán hacer siempre los nazis.


Ahora que volviendo a eso de la autodeterminación administrativa de la que hablan los nazis, pues no estaría mal que a cada grupo social y étnico le tocara lo que por derecho le corresponde. Pero no el derecho de estos salvajes, claro… y así, es posible, estos blancos bolvianos podrían aprender a vivir en paz.


En todo caso, para que vean que son nazis de verdad, como los que hay en Chile, Perú y el Viejo Mundo, los miembros de URNSB firman el manifiesto “a 116 años de nuestra era”, para hacerlos coincidir (huy, qué amorosos) con el año en que nació Hitler… ¿están ya bastante asqueados, queridos lectores?


Nazis, cambas y otras aberraciones


Al igual que el denominado Movimiento de la Nación Camba, que usurpa el apelativo “camba” a los campesinos e indígenas de extracción popular en Santa Cruz y está conformada por gente blanca y rica, la URNSB es una de las organizaciones que cobijan los anhelos de los blancos en Bolivia. Ambas organizaciones, con más o menos virulencia, hablan del futuro y de lo que espera a su “pueblo”, sea la supremacía o el total control del departamento de Santa Cruz. Y no deben estar tan lejanos unos de los otros, por más que la oligarquía camba pretenda no ser racista: en la Casa de la Cultura de Santa Cruz, en plena Plaza 24 de Septiembre (la principal), hay una reveladora foto: una comparsa de carnaval en la que las personas, para “bailar y gozar”, se han disfrazado de miembros del Ku Klux Klan (¿La habrá visto Sergio Antelo, líder intelectual de la Nación Camba? ¿No serán sus parientes?)… o sea, la “aristocracia” blanca cruceña no es ajena a estas manifestaciones.


Sin embargo, en lo que más se parecen ambos grupos de derecha es, en la opinión de este corresponsal, en lo gritones y aberrantes: no siendo ni mayoría, ni legales sus acciones, no les queda sino presionar con chantajes y amenazar con la fuerza. Mientras unos, más cobardes, se esconden detrás de sus derechos constitucionales, otros apelan a versiones amañadas de la historia de Bolivia para hacernos creer que ellos son la verdad y la vida. O como dice este editorial de la Nación Camba: “les podemos garantizar, que aquí mandamos nosotros y seguiremos siendo bolivianos hasta que nos de la gana, si nos da la gana”… huy sí, como si fueran dueños de un territorio que han usurpado durante años, que recibido como regalo o han robado a los guaraníes y a los guarayos, a las etnias amazónicas y a los campesinos pobres… asociados con el narcotráfico, creciendo gracias al dinero sucio…


FUENTE


Victima del Sionismo Israelí


Por la paz, en recuerdo de Rachel Corrie


Rachel Corrie, de 23 años, fue asesinada el 15 de marzo pasado por el conductor de una aplanadora militar israelí, quien la atropelló y le dio muerte deliberadamente. Rachel se oponía a la destrucción de casas de familias palestinas en los territorios palestinos. Este es el homenaje que le rinde Stefano Costa.





Hace pocos días, en Gaza, perdió la vida una joven pacifista, Rachel Corrie, de sólo 23 años. Era una estudiante de la Universidad de Olympia (Washington), y pertenecía al movimiento por la justicia y la paz. Con su asociación pacifista, había organizado iniciativas en ocasión del aniversario del 11 de septiembre de 2001, en memoria de las víctimas del desastre y de la guerra en Afganistán. Este año, Rachel había decidido pasar de la teoría a la acción, partiendo a Israel, donde se había unido al grupo palestino Movimiento Internacional de la Solidaridad. Con esta asociación participaba en acciones para bloquear las excavadoras israelíes, que intentaban destruir las casas de los kamikazes y de sus familiares, en los territorios palestinos.





A los amigos, en diferentes correos electrónicos, había escrito: “Abaten la casas aunque haya gente adentro, no tienen respeto por nada y por nadie”. El 15 de marzo, en una acción en Rafah, en la frontera de Gaza, Rachel se encontraba con sus amigos para intentar oponerse a las demoliciones. “Estaba sentada en la trayectoria del bulldozer, el conductor la vio, continuó y le pasó por encima” declaró Joseph Smith, militante pacifista estadounidense.



“La excavadora le echó tierra encima y después la aplastó” agregó Nicholas Dure, otro compañero. Rachel Corrie, de sólo 23 años, perdió la vida mientras defendía, con su propio cuerpo y sus ideas, el derecho de los ciudadanos palestinos a tener un techo y una tierra. Las autoridades israelíes han dado diferentes versiones del suceso. Todas ellas desmienten la documentación fotográfica y a los testigos. La joven fue asesinada a sangre fría de forma bárbara, mientras se interponía de forma pacífica. Rachel y sus compañeros han denunciado que, cada día, decenas y decenas de casas siguen siendo destruidas en la frontera de Gaza, que los bombardeos han dañado los pozos de agua dulce en los campos de refugiados de Rafah y que los mismos no podían ser reparados por los trabajadores palestinos sin exponerse a las balas de los israelíes.



Muchas han sido las iniciativas en Olympia (Washington) y en Estados Unidos para recordar a Rachel. Este homenaje quiere ser un testimonio para no olvidar a Rachel, una joven pacifista que, con su coraje, quería poner fin a las injusticias que cada día se cometen en Palestina. En estos días y en estos meses se está movilizando el movimiento pacifista más grande que la historia haya jamás conocido. Rachel Corrie es seguramente el símbolo de este movimiento. Ella ha muerto en la lógica absurda y brutal de la guerra que todos nosotros, pacifistas, intentamos detener. Les pido que hagan circular este homenaje para dar a conocer el caso de esta joven, parte de su historia y parte de su empeño. Para que nos acordemos de que todavía está en curso el conflicto entre israelíes y palestinos, con muchas víctimas civiles inocentes en ambos países, y que se debe seguir presionando para que se encuentre una solución pacifista y duradera.



Stefano Costa (Verdi Milano): xawcos@tin.it Traducido por Giuseppe Iula y Sergi Alvarez (Barcelona).





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El nazi sudaca


El nazi sudaca, un personaje grotesco que sin embargo aflora junto con otros racismos.Por Rodolfo Omar Serio *Figurita repetida en el álbum del realismo mágico, el nazi sudaca es el arquetipo de la barbarie que pide a gritos “civilización” y escupe un poco. La historia del nazismo en Sudamérica es corta: en las épocas en que Hitler gobernaba Alemania, el nacionalsocialismo no suscitaba grandes simpatías en nuestra región, a excepción de los ejércitos, su institución por excelencia. Durante los largos años ’40, la Argentina se debatía entre declararse a favor del Eje (posición sostenida por la mayoría de los generales) o continuar con la exportación de carne a Inglaterra, tal como lo requerían los terratenientes. En parte, gracias al ingenio y la influencia de Roberto Noble –estanciero, político y fundador del Gran Diario– la situación se resolvió en la neutralidad hasta casi finales de la guerra, posición que no terminó de convencer a nadie.





Desde entonces, el nazismo ha abandonado la impostura de elite y se ha diseminado, atomizado, con adaptaciones locales tan particulares como absurdas.El nazi sudaca es digno del Manual de Zonceras de Jauretche. Desconoce los principios básicos de la ideología que se supone sustenta sus pensamientos: la revancha de lo particular contra lo universal, de lo nacional contra lo internacional. Por el contrario, no se le puede atribuir con mucho acierto el adjetivo nacionalista: históricamente se ha sentido identificado con los países del Primer Mundo más que con su propia nación. Su definición de lo propio lleva la impronta del deseo de ser lo otro; es ultranacionalista, pero de países que no son el suyo.A partir de entonces, las contradicciones y los delirios de su componente sudaca comienzan a aflorar: si el nacionalsocialismo surge como un numeroso movimiento de masas antiburgués, el nazi sudaca ve al número y a la masa como el origen de su frustración, al tiempo que es burgués o anhela serlo.



Si, como sostiene el historiador Furet, el fascismo surge como la revancha del pueblo contra la clase, el nazi sudaca tiene aspiraciones de clase aunque provenga del pueblo. Suma a su escuela del horror su admiración incondicional por los EE.UU. y su política exterior: gran condimento para la cocina del ridículo, si se tiene en cuenta que su aporte fue determinante para destruir al régimen.El nazi alemán sustenta su particularidad en una idea fundante: la raza.


Admira la raza aria, a la cual pertenece. Al nazi sudaca le alcanza con comprarse un ovejero alemán para su quinta. Los ojos profundamente azules de su gato siamés lo miran con asombro: en el mejor de los casos, proviene de las “familias patricias”, invento local para renombrar a los viejos contrabandistas que comerciaban con Inglaterra a escondidas durante el Virreinato.En ojos europeos, el nazi sudaca es un subproducto de sus desechos migratorios, apenas un sucedáneo, una destilación exótica de sus lacras sociales.



No proviene de un gran imperio, no ha asolado continentes enteros en su vieja historia, ni siquiera posee un idioma propio. En palabras de Hegel, es reflejo de vida ajena. Su canciller Bismarck es Roca, y su Tercer Reich, el menemismo (y sus equivalentes a lo largo de la región).El nazi alemán se une a las SS, sale y mata. El nazi sudaca pide ayuda: picanas locales o CIA, lo mismo da. El nazi alemán cita, orgulloso, a Goethe. El nazi sudaca siempre responde “Borges” cuando le preguntan qué lee, aunque no lea. El nacionalsocialismo alemán ha contado en sus filas con pensadores de la talla de Martin Heidegger, rector de la Universidad de Friburgo durante el régimen. El nazi sudaca funda su escuela ideológica en el taxi. Su Leni Riefenstahl es Cecilia Pando.Negros de almaEl nazi alemán centra su odio en el judío, y en forma secundaria, el negro, a quien considera con inferioridad intelectual, pero admira por la pureza de su raza. El nazi sudaca “tiene amigos judíos” y se jacta en afirmar que no tiene nada en contra de los negros “de raza”. De aquí que, en ausencia de negros “de raza” –que “felizmente las continuas guerras han exterminado”, como afirma Sarmiento en su Facundo–, se las arregle para inventar una nueva categoría sociológica: el negro “de alma”.La idea original que insufla fundamentos al nazismo es sustituida por un ingenio casi goebbeliano: si para los nazis la impureza de raza era una cuestión genética, biológica y objetiva, para el nazi sudaca el negro “de alma” es sartreano: producto y sujeto de sus elecciones, es así porque quiere, elige con cada acto su barbarie.


La veneración nacionalista de un Otro extranjero y un odio copiado a su Otro local lo constituyen. Lo ridículo de su patetismo es el único elemento que aglutina la legión de nazis sudacas. Eterno generador de déficit económico y simbólico, el nazi sudaca toma prestado hasta su odio.



Tristemente, aún no ha entendido que si Hitler tuviera la oportunidad, no dudaría en matarlo.Mientras tanto, desairado hasta por Mengele, el nazi sudaca tiene problemas para comprender que tal como está planteada la ideología que embandera, se es de la raza superior o no se es. No se puede ser nazi por opción, y menos, fuera de Europa. Sólo quedan entradas para el concierto del resentimiento: las de Wagner se agotaron.



* Lic. en Comunicación / Posgrado en Gestión Cultural.
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